Es sin duda la cita más multitudinaria de todo en año, la romería de esta “Venida de la Virgen” se espera que congregue a más de 15.000 personas en San Clemente en un único fin de semana. La primera parte de la romería de la Virgen de Rus, es una cita que se consolida cada año y que refuerza al turismo como un motor económico cada vez más destacado en la localidad.
66.000 euros por las andas
El domingo de Resurrección, como pistoletazo de salida de cada primavera, se celebró en la localidad la ‘subasta de las andas’ que este año ha rozado el récord histórico económico y se ha rematado en 66.000 euros por la cuadrilla de Jesús Poveda. Nada lejos del histórico año 2012 en el que se ganó la puja con 69.000 euros. Este 2015 la subasta ha transcurrido tranquila y muy animada en cuanto a pujas y montantes económicos, y alejada de polémicas que otros años protagonizaron esta tradición.
Nueva señalización en el Paraje de Rus
Este domingo 3 de abril se celebrará la ‘Venida de la Virgen’ y el próximo 16 de mayo el ‘Día de Rus’, y para ambos días se ha preparado un dispositivo de tráfico nuevo. Este año la romería incorpora novedades en cuanto a la señalización en el Paraje de Rus, ya que solo existirá un sentido único para los vehículos, así se evitarán embotellamientos. Es una decisión consensuada por Guardia Civil, Policía Local, la Hermandad de la Virgen de Rus y el Ayuntamiento para facilitar el tráfico y mejorar la accesibilidad en la mañana del domingo 3 de abril y el lunes 16 de mayo.
Historia de la Romería
La romería de la Virgen de Rus consta de dos fechas en las que se intercambian las imágenes de dos vírgenes portadas a hombros de 24 hombres. La cuadrilla de hombres escogida cada año es aquella ganadora de una puja pública en celebrada en los soportales del antiguo Ayuntamiento renacentista en la Plaza Mayor de la localidad, ante la vista de todos los vecinos y con los tiempos marcados por el reloj de la torre del Ayuntamiento. Es la ‘subasta de las andas’ por el tradicional sistema de pujas a la llana.
En la ‘Venida de la Virgen’, la primera cita, siempre el domingo siguiente al Domingo de Resurrección, los portadores trasladan de San Clemente a Rus a la Virgen de los Remedios, que descansa todo el año en la localidad. Los 9 kilómetros que separan los dos parajes se recorren corriendo entre vítores y cánticos. Los jóvenes de la localidad, la comarca y visitantes ayudan a la cuadrilla de portadores a realizar este trayecto para paliarles el esfuerzo que tendrán que hacer durante la larga jornada. Una vez en el Paraje de Rus, en la subida hasta la ermita donde descansa todo el año la Virgen de Rus, patrona de San Clemente, las mujeres llevan a hombros a la Virgen del Remedio.
Ya en la Ermita de Rus, se celebra una misa al aire libre con ambas vírgenes presentes, y los sanclementinos y visitantes disfrutan de una mañana en el campo entre almuerzos a la brasa y decenas de feriantes. Al mediodía, la Virgen de Rus sale a hombros de sus fieles devotos camino de San Clemente, de nuevo, entre cánticos. A las dos de la tarde la Virgen suele llegar a la entrada de San Clemente y se le quita el protector del camino para realizar una procesión entre pasodobles hasta la Plaza del Convento de Carmelitas. Rozando las tres de la tarde, los portadores entran a la Virgen de Rus ‘a la carrera’ dentro del convento a través de un estrecho pasillo de gente. Es una de las imágenes más impactantes y más multitudinarias de la romería. Esta misma noche, la Virgen de Rus sale en procesión de gala a hombros de los portadores cerca de las nueve de la noche y tarda varias horas en trayectos muy cortos marcados por los pasodobles, ya que el peso que soporta cada uno de los portadores es muy elevado. En las puertas de la Parroquia de Santiago Apóstol los portadores la ‘bailan’ con alegría entre ‘Guapa, guapa y guapa’, y una vez en el interior de la iglesia suena el himno nacional mientras la Virgen de Rus avanza entre una multitud.
Pasados 40 días, el primer lunes siguiente, se celebra cada año el ‘Día de Rus’, una celebración que realiza a la inversa el intercambio de imágenes. Ambas esperarán un año, al igual que los sanclementinos, hasta que llegue de nuevo la primavera y su romería más arraigada y fervorosa.