En el cementerio se ha erigido un monumento en recuerdo de las víctimas y se celebró una misa funeral en el paraje de Rus.
San Clemente vivió este sábado una intensa y emotiva jornada con la celebración de un homenaje y una misa funeral por los fallecidos durante el estado de alarma.
Por la mañana, en el Cementerio Municipal, se realizó un acto de homenaje sencillo y sobrio para arropar a los familiares de los fallecidos, que no pudieron ni tan siquiera despedirse de sus seres queridos.
La alcaldesa, Charo Sevillano, en nombre de la Corporación Municipal, trasladó su pésame a los familiares y quiso agradecer a todos los colectivos, invitados al acto, que han estado al frente de esta terrible situación.
El párroco, Alberto García y el trabajador del Cementerio Municipal, Leandro Cañaveras, que han vivido tan de cerca el sufrimiento de las familias, fueron los encargados de descubrir el monumento en recuerdo de todos ellos, que pretende aliviar el profundo pesar de su partida en circunstancias tan complicadas.
Ya por la tarde, en el paraje de Rus, presidido por la imagen de la patrona del municipio, la Virgen de Rus, se celebró una misa funeral.
En una explanada del paraje se celebró este acto institucional y solemne por todos los fallecidos durante el estado de alarma, que congregó a decenas de personas entre autoridades civiles y militares, familiares y representantes de asociaciones, barrios, cofradías y hermandades, entre otros colectivos.
Todos se dieron cita bajo las medidas de seguridad sanitaria que marca aún la lucha contra la Covid-19 y con toda la emoción contenida por el significado de esta ceremonia.
Al acto asistieron el subdelegado del Gobierno en Cuenca, Juan Rodríguez; el secretario primero de las Cortes de Castilla-La Mancha, Ángel Tomás Godoy; el delegado provincial de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado Ortiz; y los diputados provinciales Trinidad Albendea y José Vicente Fernández.
La imagen de la Virgen de Rus, de luto, también impresionó a los asistentes. Precedida por todos los estandartes de los colectivos, asociaciones y hermandades, bajó en silencio desde su ermita, sin su tradicional baile a ritmo de pasodoble, y portada por los miembros de la directiva de la Hermandad de la Virgen de Rus y de la Cofradía de la Virgen del Remedio, en señal de profundo respeto y reconocimiento por los que partieron sin el calor de los suyos.
El párroco de la localidad y la alcaldesa del municipio fueron los encargados de realizar la ofrenda de una corona de laurel en memoria de los que se marcharon.
Los acordes de la Agrupación Musical San Clemente de la Mancha y de la Unión Amigos de la Música acompañaron ambos actos y pusieron más emoción a los homenajes.
Desde el Ayuntamiento, organizador del evento, quieren hacer una especial mención a José Vicente Mesas, a todos los operarios del Ayuntamiento, a los miembros de Protección Civil, a todos los voluntarios, a los barrios, a la Policía Local, a la Guardia Civil y a Cruz Roja, por haber hecho posible el desarrollo del acto cumpliendo con todas las medidas de seguridad.